El escultor estadounidense Richard Serra (1938-2024) falleció el martes dejando un monumental legado atrás. El artista ha exhibido muchas veces en el Museo Guggenheim de Bilbao, donde todavía se pueden encontrar obras suyas, pero también ha prestado a Donostia su 'Five Plates Counter Clockwise' situado en el Palacio Miramar.

Esta obra representa un pentágono en sentido contrario a las agujas del reloj, traducción del título de la escultura, y se instaló el 6 de febrero del 2020 junto a la entrada del Palacio Miramar sobre un pavimento de gravilla.

Composición

La escultura está formada por cinco piezas de acero laminado en caliente de idéntico peso y tamaño. Cada plancha mide 1,70 metros de altura, 2,5 metros de largo y 5 centímetros de grosor. Están ligeramente inclinadas una sobre otra en equilibrio, transmitiendo movimiento y fragilidad. De este modo, permite simular una sensación contraria a las agujas del reloj y formar en el centro un pentágono creado por la unión de las cinco piezas. Cabe destacar que estas cinco piezas industriales, no han sido manipuladas.

Cada una de estas planchas pesa 1.700 kilos. Esto equivale a un peso total de la escultura de 8.500 kilos.

Incorpora al diálogo

Esta escultura está ubicada estratégicamente para incorporar al diálogo, por lo que estar situada junto a un edificio es de gran importancia para ello y para que la escala surja efecto.

Además, también interactúa con las esculturas de Jorge Oteiza, Construcción vacía, y Eduardo Chillida, El peine del viento, situadas en ambos extremos de la bahía de La Concha.

Su ubicación también permite que sintonice con los jardines de Miramar, que se mantienen intactos. Es una forma de armonizar el minimalismo de acero de Sierra y la concepción romántica de los jardines de Pierre Ducasse.

Un operario limpiando la pieza "Five plates counter cockwise" del artista Richard Serra en el Palacio Miramar de San Sebastián. Javier Etxezarreta

Su alma gemela

Cabe destacar el aprecio del escultor hacia Jorge Oteiza, a quien calificó como su "alma gemela" debido a la "intensa soledad que manifiesta" su trabajo a la vez que conecta con un "carácter existencial remoto" que reconocía en sí mismo y transmitía a través de sus obras.

Cedida temporalmente

La escultura, perteneciente a la galería bilbaina Carreras Múgica, fue cedida a San Telmo. Fueron estos últimos gestores quienes decidieron la ubicación de la escultura, a pesar de que en un principio también contemplaron la posibilidad de situarla en el monte Igeldo o Urgull.

La estancía mínima de la obra en Donostia era de dos años pero, ya superado ese plazo, se espera poder disfrutar de ella por mucho más tiempo.