Madrid – El aumento del policonsumo de drogas en el Estado preocupa a los expertos en adicciones, que abogan por poner el foco en intervenciones preventivas ante esta tendencia de consumo que no atiende a un perfil determinado.

“Hay una cultura de uso en la que la gente acostumbra a consumir varias sustancias en la misma noche, legales e ilegales”, señala la directora de los Servicios de Análisis de Energy Control’, de la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), Mireia Ventura.

El uso de sustancias sintéticas ha sido precisamente uno de los temas abordados en el congreso organizado por la Red de Atención a las Adicciones (UNAD) que esta semana ha reunido en Oviedo a más de 150 profesionales de este ámbito.

La experta señala que “más que hablar de que aumenta el consumo” de drogas sintéticas se está constatando un incremento del número de sustancias que se pueden consumir en una sesión con el objetivo de “conseguir distintos efectos”.

Las drogas sintéticas más consumidas siguen siendo “las de siempre”, como MDMA o las anfetaminas, si bien han aparecido otras nuevas como la sustancia GHB o éxtasis líquido, los poppers, del grupo de los inhalantes, y tusi, conocida popularmente como la cocaína rosa.

“El consumo de drogas no siempre está relacionado con patrones de desestructuración. Hay muchas maneras de consumirlas”, recalca tras señalar que no hay un perfil definido de las personas que consumen estas sustancias.

La experta sostiene que se está poniendo el acento en “entender este policonsumo” para dirigir de una manera correcta los mensajes preventivos y “trabajar en la reducción de riesgos”.

Así las cosas, Ventura manifiesta que los nitacenos y los fentanilos no son un problema en el Estado, si bien existe una “amenaza” de que estas sustancias sintéticas puedan entrar en el país, por lo que ha resaltado la importancia de diseñar intervenciones y monitorizar la situación de cara a “estar preparados”.

Condiciones de riesgo

Por su parte, Roberto Pérez, perteneciente a la Red Europea de Reducción de Daños, apunta que, frente al policonsumo, hay que generar “respuestas muy locales” y de manera coordinada entre todas las administraciones, dado la disparidad entre las zonas urbanas y las rurales.

El experto aboga por que, más que referirse a perfiles de personas, hay que centrarse en “los espacios en los que las condiciones de riesgo se incrementan”.

Según las últimas cifras hechas públicas por el Gobierno español, alrededor del 11% de adultos ha consumido cannabis en los últimos doce meses. En el caso de las mujeres la cifra es del 7%, dato que se duplica en el caso de los hombres, cuyo consumo asciende hasta el 14%. En el caso de la cocaína, la cifra de consumo en el último año es del 2%, un 1% en el caso entre las mujeres, y 4% en el de los hombres.