Iruña se prepara para la segunda final del Campeonato de Parejas que albergue el Navarra Arena con José Javier Zabaleta-Peio Etxeberria y Jokin Altuna-Julen Martija como protagonistas.
Final emocionante
El Navarra Arena será la instalación en la que la pareja ganadora de este torneo se decidirá por segundo año consecutivo. Elordi y Zabaleta vencieron hace un año a Laso e Imaz en un choque desigualado que acabó 13-22. Este domingo, en cambio, se espera ver una contienda con muchos alicientes.
La elección de material se ha llevado a cabo este miércoles sin mayores problemas ante los 50 aficionados que se congregaron en las grades del pabellón. Altuna-Martija optaron por pelotas más vivas que Etxeberria-Zabaleta, quienes no usaron tacos para decidir.
Por un lado, José Javier Zabaleta espera sumar su quinto título, tras los logrados en 2013, 2018, 2021 y 2023. Es el jugador que más ostenta en activo y tratará de marcar las diferencias en la zaga con sus profundos golpes y su seguridad. A sus 33 años, el de Etxarren afronta su sexta final.
“Ha sido la única pareja que he visto favorita en este campeonato. Estaba casi seguro de que iban a estar en la final y los últimos partidos han demostrado que están sumando mucho”, comentó ante los medios Zabaleta sobre Altuna y Martija.
Ser un equipo
El zaguero puso de manifiesto la importancia de ser una unidad: “Hemos demostrado ser cuatro pelotaris que nos gusta participar mucho en el juego. Vamos a hacer un partido completo en todas las partes del frontón, como hemos hecho en el resto del campeonato, valientes adelante y castigando detrás”.
De la pared izquierda del Navarra Arena, Zabaleta dio su opinión: “En alguna otra entrevista he dicho que se suele pintar muy a menudo. Lo mejor es que, una vez se pinta, se vaya haciendo el frontón con las pelotas y con la gente jugando. Luego es cierto que tiene un frontis agradecido y un suelo rápido”.
Su compañero, Peio Etxeberria, confía plenamente en sus cualidades para apoyar a su compañero en los primeros metros. Sería su primer Parejas, en su segunda final como profesional a sus 25 años. En noviembre llegó a la del Cuatro y Medio, hincando la rodilla ante Altuna, su enemigo este domingo en la chapa.
Etxeberria opina que la elección de material por parte de los cuatro fue “bastante” parecida: “hoy el frontón estaba un poco frío y parecían menos vivas, pero el domingo con la temperatura del ambiente estarán bien”.
El delantero de Cenoz ve importante la “confianza” que le transmite Zabaleta: “Por eso estamos aquí, creo que él también me ha transmitido esa confianza para poder entrar y decidir. Me gustaría seguir el domingo en esa línea”.
Enfrente tendrán a un Jokin Altuna con la vitola de favorito siempre puesta, juegue donde juegue. Aunque tan solo ha ganado en una ocasión esta txapela, en 2022.
La de domingo será su nueva oportunidad en esta modalidad. Será el único pelotari de fuera de Navarra, algo que también le resta presión al no jugar en casa.
“Nos ha costado coger tres de diez, pero son buenas pelotas, creo que las nuestra son más vivas que las suyas”, afirmado con satisfacción un Altuna que ha añadido que se tratan de “días muy bonitos”.
El gipuzkoano espera que su pareja y él den su “mejor nivel, tanto adelante como atrás. Nos han ganado los dos anteriores partidos, pero estamos bien y con muchas ganas de dar guerra. Nos vemos con opciones, es una final y está bastante pareja”.
Por su parte, Julen Martija aspira a su tercera txapela del Parejas en cinco años, tras las de 2020 y 2022. El de Etxeberri ha ido sumando actuaciones de mérito durante todo el campeonato hasta llegar en buena forma a la gran cita. A sus 26 años, tendrá que lidiar con un Zabaleta que se muestra intratable atrás, contando, además, con la peligrosidad a su favor de un frontón que beneficia los golpes largos.
Martija habló de las “especiales características” del frontón: “La pared izquierda escupe más que en otros. Hay que acostumbrarse. En el segundo entrenamiento las sensaciones han sido mucho mejores y yo me encuentro preparado”.
Será su primera final en el Navarra Arena, donde se reunirán familiares y amigos: “La gente está con mucha ilusión, se les ve desde la semana pasada y estoy con ganas de jugar aquí. El frontón cada vez gana más en belleza”.
El domingo se espera un lleno casi absoluto para ver el partido entre las dos parejas de la empresa Aspe. Las entradas que todavía están sin vender oscilan entre 80 y 130 euros.
