La clásica Santikutz de Legazpi es una de las pruebas ciclistas más prestigiosas del calendario amateur. Es una de las tres pruebas guipuzcoanas que forman parte de la Copa de España y el miércoles alcanzó su 90ª edición. Una carrera tan especial merecía unos trofeos que estuviesen a su altura y el año pasado los organizadores le encargaron esa misión a la artista legazpiarra Ane Urtzelai. Quedaron más que satisfechos con el resultado y los trofeos de este año también los ha realizado ella.

Imagen de archivo de la Santikutz Klasika

Nervios y presión

Urtzelai comenta que le hizo mucha ilusión recibir el encargo y que el año pasado sintió un poco de presión. “Los trofeos de este año son distintos a los del año pasado. Lo del año pasado fue un gran reto. Quería que fuesen unos trofeos robustos, con peso. Que el ganador tuviese la sensación de que había logrado algo importante. El año pasado me costó bastante conseguir un trofeo robusto. Probé a dar forma al hierro, utilicé madera... No quería fallar y me costó bastante conseguir el objetivo”.

Este año no ha sentido tanta presión. “Me he quedado a gusto. Este año también he hecho unos trofeos pesados. He utilizado hierro, mármol y cerámica. En cuanto a la pintura, he pintado al óleo. En cada trofeo he pintado el ciclista correspondiente. En el trofeo del premio de la montaña aparece un ciclista con unos montes detrás; en el del segundo clasificado, un ciclista luchando; en el del ganador, un ciclista con el maillot amarillo...”.

"En cada trofeo he pintado el ciclista correspondiente"

Se muestra muy agradecida a Telleriarteko Txirrindulari Elkartea, organizadora de la prueba, por haber confiado en ella. “Hacer este tipo de trabajos es un placer. La clásica Santikutz es una prueba importante y los organizadores querían hacer algo original. Los ciclistas que ganan esta prueba tienen muchas copas y querían que la de Legazpi fuera distinta. Creo que lo hemos logrado. Quiero darles las gracias por darme esta oportunidad”.

Urtzelai está estudiando el grado de Creación y Diseño en la UPV/EHU. “Los estudios han sido de gran ayuda a la hora de hacer los trofeos de la clásica Santikutz. Además, he tenido muchos ayudantes: algunos me han ayudado a conseguir el material, un amigo de mi padre hizo el trabajo de soldadura...”.

El resultado es espectacular. El ganador de la prueba, el vallisoletano Daniel Cavia, estaba encantado con su trofeo. “Es muy bonito. Distinto. Original. Especial. Cuando lo ponga al lado de los que he ganado hasta ahora, el de Legazpi se distinguirá desde lejos”.