El acto de entrega de los Premios a la Empresa de Gipuzkoa fue clausurado por el presidente de la Cámara de Gipuzkoa, Mauricio Arregui, quien incidió en su discurso en la necesidad de colaborar entre empresas y con las instituciones para afrontar los desafíos que plantea el contexto económico actual.

Arregui consideró que las empresas se encuentran en un “entorno convulso, volátil e incierto que, me temo, ha venido para quedarse” lo que, según opinó, comporta muchas dificultades pero también oportunidades que invitó a afrontar en cooperación. “La colaboración público-privada se torna más importante y necesaria que nunca”, afirmó.

En este sentido, y como presidente de una entidad con un rasgo institucional, aseguró que la Cámara de Gipuzkoa “tiene un papel relevante” con la organización de foros empresariales, visitas a empresas para conocer sus necesidades, y elaboración de análisis de “la compleja transformación económica y social” que se vive en la actualidad.

Arregui apuntó como retos empresariales el posicionamiento en el mercado, la diversificación, la innovación, la digitalización y las personas, con un especial énfasis en este último aspecto ante “la evolución demográfica de nuestro país”. Del mismo modo, aludió al “complejo entramado normativo y administrativo” al que se enfrenta la actividad empresarial guipuzcoana.

Para impulsarla, defendió el desarrollo de infraestructuras como la Y vasca y el corredor atlántico que el lehendakari, Iñigo Urkullu, apuesta por potenciar junto con los máximos responsables de las comunidades autónomas afectadas.

Valores

“Estos retos y otros requieren de altura de miras, luces largas y la colaboración en este ecosistema en el que la Cámara debe desempeñar un papel importante”, afirmó para dirigirse después a los empresarios asistentes al acto para instarles a que mantengan “como modo de hacer” los valores que han caracterizado al tejido productivo de Gipuzkoa, como son “la honestidad, el compromiso, la innovación, el esfuerzo, la colaboración y la solidaridad”.

El secretario general de la Cámara de Gipuzkoa, Javier Zubia, por su parte aseguró que, a pesar de que “el futuro se presenta como una amplia niebla” que dificulta la visión en la carretera, Gipuzkoa dispone de “un buen coche” y abogó por una “gestión flexible” que, sin dejar de pensar a medio y largo plazo, dedique un esfuerzo especial al corto plazo.

Zubia ofreció algunos datos de la actividad de la Cámara de Gipuzkoa que el año pasado facturó 7,1 millones de euros, dos millones de ellos procedentes de la formación, y obtuvo unos beneficios de casi 70.000 euros.