La concejala de Urbanismo Sostenible, Nekane Arzalllus, ha expresado en la sesión plenaria de hoy su malestar y disgusto por el hecho de que “un error administrativohaya impedido la aprobación del Plan Especial de Añorgako Geltokia.

Arzallus ha pedido disculpas por el hecho de que se haya pasado por alto la caducidad de la Declaración de Impacto Ambiental del Gobierno Vasco respecto a una operación que, ya con anterioridad, ha sufrido diversos retrasos.

La concejala de Urbanismo Sostenible ha asegurado, además, que se trabajará para intentar que el Gobierno Vasco acelere el trámite, ya que no hay cambio alguno en el planeamiento.

La concejala del PNV ha asegurado que “pedirá responsabilidades” por un error administrativo que retrasará la puesta en marcha del proyecto por un tiempo aún no determinado.

Numerosas reuniones

El plan urbanístico de Añorga Txiki contempla, entre otras intervenciones, la construcción de 248 viviendas, de las que 156 serán de venta libre, 46 de protección social y otras 46 tasadas. 

Arzallus ha manifestado su disgusto porque este retraso llegue pocas fechas después de su última reunión con los vecinos del barrio, con los que, pese a las diferencias de planteamiento, ha mantenido numerosos encuentros.

Como consecuencia de los mismos, entre otras aportaciones asumidas en el planeamiento se halla la reserva de 800 metros cuadrados destinados a equipamientos para el barrio en los nuevos bloques, la propuesta de opción de compra de plazas de aparcamiento en los mismos por parte de los vecinos, la incorporación de un ascensor para comunicar la parte baja y la alta de Añorga, las mejoras en la regata por parte URA o haber desestimado la opción de hacer pasar por en centro de Añorga Txiki un ramal del bidegorri que restaba plazas de aparcamiento.

Queda por delante despejar la incógnita de por cuánto tiempo se retrasará el inicio del proceso. Si el Ayuntamiento logra que se emita la nueva declaración de forma inmediata, al no haber cambio alguno en el planeamiento, el proyecto volverá a coger velocidad de inmediato, no así si el Ejecutivo vasco decide volver a empezar la tramitación, lo que conllevaría un retraso de varios meses.