El parque de Larres, situado cerca del polideportivo de Altza y la casa de cultura de Tomasene, acogerá esta primavera la plantación de 250 árboles con el fin de compensar las emisiones de CO2 producidas en la última edición del Mercado de Navidad. Las especies que se plantarán serán autóctonas y entre ellas destacarán los robles, abedules, avellanos, fresnos y arces, entre otros.

La plantación del nuevo arbolado se producirá en una zona de 1.000 metros cuadrados, que se recuperó tras la aparición de a amianto en la zona. Los trabajos, que finalizaron en 2019, consistieron en el sellado del terrenos y su posterior aportación de tierra.

Este año, por primera vez, Fomento de San Sebastián, que organiza el mercado navideño, ha hecho una estimación de las emisiones producidas por la iniciativa, que han dado como resultado que ha generado 70 toneladas de CO2, un 0,01% de lo producido en Donostia en un año.

Así lo han anunciado este miércoles la concejala de Ecología de Donostia, Marisol Garmendia, y el diputado foral de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, que ha manifestado que la plantación es "parte del compromiso del Fondo Voluntario de Carbono de Gipuzkoa y representa una acción concreta en favor de la neutralidad climática". "Servirá para compensar" la producción de gases de efecto invernadero y "para alcanzar una Navidad de cero emisiones", un objetivo previsto para el año 2030.

Garmendia señaló que "calcular la huella de carbono y compensar las emisiones del Mercado de Navidad es un primer paso" para lograr "una Navidad climáticamente neutra en 2030". Asimismo, aseguró que los planes del Ayuntamiento se adelantan "20 años al compromiso establecido en la recién aprobada Ley Vasca de Cambio Climático que fija este objetivo para el año 2050".

Para realizar el cálculo de emisiones, un estudio ha tenido en cuenta las actividades de la campaña, como las luces de Navidad, el propio mercado, las atracciones feriales y los espectáculos. En todas ellas, se han tenido en cuenta el consumo energético, los servicios contratados, los materiales adquiridos, la movilidad de las personas contratadas y los residuos generados.

La metodología empleada, explicaron, está basada en la norma ISO 14064/2019, establecida para la medición de emisiones de actividades o eventos.

Garmendia aseguró que el resultado de 70 toneladas de CO2e es impacto “relativamente bajo”, equivalente a las emisiones anuales de 15 donostiarras o a 50 viajes en avión desde Donostia a Madrid.

El dato, añadió, dato refleja el uso de iluminación Led, que permite ahorrar hasta un 90% en energía de las tecnologías convencionales. Asimismo, se ha racionalizado el horario de la iluminación, ajustándola a los momentos de mayor afluencia y circulación de personas. "Solo en los dos últimos años, estas medidas han supuesto un ahorro del 23% del consumo energético".

Garmendia y Asensio en la presentación del proyecto para lograr una Navidad neutra en emisiones en el año 2030 N.G.

La principal fuente de emisiones de la campaña de Navidad ha sido la movilidad (70%), seguida del consumo eléctrico (28%). Por actividades, la de mayor impacto es hoy el Mercado de Navidad con 32 toneladas de CO2 (46%); las luces (39%); las atracciones como la noria y otras (15%), las contrataciones y compras (2%) y los residuos (0,2%).