En un acto poético, se define Mireia Benito como atacadora. Espíritu aventurero el suyo. Guerrera. Amante de entrenar en solitario, la catalana unió sus dos pasiones para deletrear una fuga maravillosa que escribió la historia de la tercera jornada de la Vuelta femenina, que se adjudicó Marianne Vos al esprint. La neerlandesa se quedó a un segundo del liderato que mantiene Blanka Vas.

Suma 252 victorias en su biografía de mito viviente, una de las mejores ciclistas de todos los tiempos. Es una leyenda la neerlandesa, competidora feroz, campeona voraz a sus 36 años.

En apenas dos semanas celebra los 37. Se regaló una victoria más para un palmarés de ensueño. Tres Mundiales, cinco Flechas, 32 etapas del Giro entre otros logros extraordinarios.

El festejo pulcro y comedido de Vos, puño al cielo tras vencer escapada al esprint, por delante de Kool y Baril, lo anunció la oda al ciclismo de Benito, sola ante el mundo durante 108 kilómetros. 

Como aquella frase de “en mi hambre mando yo”, Benito, campeona de España de contrarreloj el pasado curso, comenzó a caminar y no paró. Caminante no hay camino... Tuvieron que frenarla porque la rebeldía, la esperanza y la valentía tiraban de ella como cuando superó una lesión de rodilla cuando jugaba al baloncesto a través del ciclismo. No le asustó que nadie se apuntara a su fuga.

Mireia Benito, durante su gran fuga. La vuelta / Cxcling

Sola contra el mundo

No temió a la soledad y en un recorrido rompepiernas mostró la determinación del arrojo y la osadía. Pudo plegarse a la comodidad o recogerse en la foresta multicolor del pelotón, que sabía cómo acabaría aquello porque no había alternativa.

La catalana respondió con un esfuerzo extraordinario. Benito no necesitaba un esquema con llaves y subrayadores de colores para comprender la naturaleza de su fuga, amortizada. 

Pero que sería del mundo sin las personas que rebaten y desafían las leyes de lo establecido, que imaginan lo imposible. El progreso brota también de las locuras maravillosas, como la de Benito.

A la catalana le atraparon cuando el dedo acusador de las velocistas lo ordenó. Porque el esprint era la única resolución plausible a pesar de la conmovedora apuesta de Benito, que manejó una renta de cinco minutos.

Caída previa al esprint

Solo una caída en la cintura del pelotón desestabilizó la trama entre los nervios que florecen en los finales febriles. Vos, tan acostumbrada a ganar, una rutina para ella, mantuvo intacto el pulso y certificó su jerarquía en cuestiones de velocidad.

Arrancó y deforestó cualquier respuesta a toda velocidad en Teruel. Dos minutos después de Vos, la entereza, la determinación y el sueño imposible saludaron con entusiasmo el verso suelto. La poesía de Mireia Benito anuncia la prosa de Marianne Vos.

La Vuelta femenina

Tercera etapa

1. Marianne Vos (Visma) 3h46:52

2. Charlotte Kool (DSM) m.t.

3. Olivia Baril (Movistar) m.t.


General

1. Blanka Vas (SD Worx) 6h57:04

2. Marianne Vos (Visma) m.t.

3. Alison Jackson (Education First) a 10’’