En un suspiro compartido, en ese mismo instante, apenas un chasquido, se codearon el Lidl, el Visma y el SD Worx en la contrarreloj por equipos que alzó el estandarte de la Vuelta femenina en Valencia. La emoción empuñó el desenlace de la jornada inaugural. El suspense como hilo argumental.

El Lidl festejó el triunfo con apuros, asustada la formación por la caída Ellen van Dijk y Elynor Backstedt-Calvert en el giro que embocaba la llegada en la Ciudad de la Artes y las Ciencias. Eso les afeó la marca de 19:20 a 49,655 kilómetros por hora.

Gaia Realini, la primera en atravesar la meta, es la líder de la Vuelta. Maillot rojo para la italiana en un desenlace al rojo vivo. A pesar del incidente, que les cortocircuitó, –necesitaban marcar la llegada con cuatro ciclistas– el Lidl agarró la victoria por centésimas.

Eso les separó del Visma. En el mismo segundo también se adentró el SD Worx de Vollering. En un segundo se apilaron los mejores equipos de la crono. 

Los 16 kilómetros de la crono con comienzo y final en Valencia cosieron a unas y otras. Apenas los caprichos de lo pequeños detalles, la fortuna, una pedalada, les separaron. El Canyon, cuarto, concedió 8 segundos y el Education First, 9. La misma marca del FDJ. El Liv se dejó 10 segundos y el Movistar, 12. La igualdad abrazó el comienzo.

El Laboral Kutxa, lejos

El Laboral Kutxa, que no puede competir con Ane Santesteban, baja por enfermada, estuvo lejos de esas marcas es las que se instalaron las favoritas, que deberán despegarse en las próximas etapas.

En el comienzo nada se decidió, todos los equipos fuertes comprimidos en un espacio mínimo, claustrofóbico, en la misma manecilla. La Vuelta, que este lunes disputa la segunda etapa entre Buñol y Moncófar, se ata a un pañuelo.